Hye Jin y Allon tienen reuniones regulares los fines de semana en los cafés de Estocolmo. El café, como muchos espacios públicos, se transforma en un espacio de trabajo improvisado perfectamente adecuado para el trabajo en cuestión. Allon suele traer un libro, un bolígrafo al azar y un trozo de papel. Hye Jin trae su cuaderno y sus bolígrafos. Durante la semana, trabajan juntos como parte de un equipo más grande de diseñadores. Los fines de semana colaboran y prueban ideas por su cuenta. Poco a poco van trabajando en sus proyectos, a veces juntos ya veces por separado, reelaborando objetos probados por el tiempo, encontrando conexiones entre materiales, formas y usos y tomándose muy en serio sus fines de semana.